jueves, 14 de agosto de 2008

Miguel Ángel Delgado desoreja a un bravo novillo de Prieto de la Cal en una tarde para el aficionado.






Llegó la feria agosteña de Valverde; y como es de recibo se vio el toro en su plenitud descubriendo las virtudes y carencias; y devolviendo la emoción perdida en tediosas tardes que no llevan a nada. La casta y la bravura en menos o mayor grado hicieron de la tarde de hoy una tarde para el recuerdo donde nada aburre, todo emociona y se palpa la valentía que tienen los que se ponen delante.
Prieto de la Cal mandó a Valverde una bonita novillada, con tres novillos más terciados los lidiados en primer, segundo y tercer lugar; y más hondos y cuajados los tres siguientes. Miguel Ángel Delgado se lució con su gran segundo, el arrojo y la espada de Caraballo hace que arranque una oreja de ley y Lleonar se fue de vació con el peor lote.
Gran actuación de todas las cuadrillas, todos desmonterados, todos ovacionados; Juan de los Reyes, Rafael Limón, Curro Trillo, Niño de Osuna, Oliva, Alfonso Carrasco y Vallito

Valverde del Camino. 1º de Abono. Una muy cómoda media entrada.

Novillos de Prieto de la Cal, buena presentación (3 y 3), de diversos pelajes y encastados en lineas generales, destacando el gran 5º de nombre Aguardentero nº 48 de 485 kilos, que empujó de bravo en el caballo y demostró su casta en la muleta.

José Caraballo: oreja y oreja.
Miguel Ángel Delgado: oreja y dos orejas.
Diego Lleonart: silencio en ambos.

Tarde para aficionados.

Así lo hacíamos saber en la entradilla; predominó el toro que con la labor certera de los diestros y sus cuadrillas hicieron la fiesta; a la vez que una pregunta merodeaba en el aire ¿donde están los veterinarios?...

José Caraballo
se mostró muy entregado durante todo el festejo, con su primero lo intentó sin lucimiento con el capote y tras un brindis al cielo comenzó su faena con un largo trasteo para ya en los medios coger la franela con la diestra con un novillo que no pasaba; derrotaba arriba y se colaba por ambos pitones. Lo intentó sin suerte y tras una estocada de recibo se le premió con una benévola oreja.
Con su segundo Caraballo, se puso en su sitio, pisó los terrenos y entendió al astado. Saludó capotero con largas cambiadas terminado con chicuelinas y comenzó su faena por estatuarios. Con la zurda alargo más la embestida del animal al que le costaba meter la cara por el derecho. Le ganó los pasos y cuajo tandas de plasticidad respetables dadas las dificultades de este; le aguantó y lo llevó largo, tratando de embeberlo en la muleta.
Terminó con una serie de manoletimas no lucidas y tras pirnchazo y una buena estocada arrancó una oreja de ley a su oponente.
Valentía y ganas de Caraballo que supo aguantar las dificultades de la casta.

Muy artista estuvo Miguel Ángel Delgado toda la tarde, sintiéndose torero tanto con el percal como con la franela.
Con su primero un astado jabonero muy largo y de fea cabeza que dejó sin picar sacó trazos de profundidad al natural ya que el novillo protestaba con la diestra, teniendo este que ganarle varios pasos. El animal bravo aunque algo soso metió bien la cara por el izquierdo y Delgado lo intentó; aunque nunca llegó a convencerse del todo.
Con la de verdad consiguió una oreja tras una estocada algo tendida.
Y salió el quinto, y como diría Guerrita “no hay quinto malo”, el de Prieto de la Cal fue un gran novillo, de capa negra, bravo desde su salida que al de Écija desbordó cuando intentaba torearle a la verónica.
En varas empujo con codicia, metió los riñones y apretó; en la muleta solo quería las cosas muy bien hechas y por abajo; nada de aspavientos y milongas.

Miguel Ángel estuvo a su altura, en verdad fue difícil, pero así es la casta. Aguantó por el derecho llevando los pasajes más lucidos y ligados. Con la zurda el animal derrotaba arriba al final del natural, tal vez por no terminarlo ajustado al embroque y la mano baja y se veía superado por la codicia del de Prieto de la Cal. Faena profunda y de gran importancia la que llevó a cabo, comenzándola con un trasteo de ensueño, marcando los tiempos con la diestra y rubricándola con la espada que le valieron los dos apéndices de su bravo novillo y una humilde ovación para el animal, aunque este mereció mejor trato.

Voluntad mucha, recursos pocos y suerte ninguna. Así podríamos describir el paso de Diego Lleonar por la plaza valverdeña. Al novillero le tocó en suerte el peor lote; con su primero un novillo imposible a la defensiva poco pudo hacer más que finiquitarlo y con su segundo un precioso y cuajado jabonero, optó por el terreno de cercanías cosa que apagó rápido al novillo y acabo aburriendo tanto al astado como al tendido. Mato eso sí de una gran estocada y fue silenciado en ambos.

Buena tarde de toros, donde se vio de todo, aquellas de las que hacen afición.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amigo Eduardo no asistí a la novillada, me estoy acomodando demasiado, pero no hace falta por que la ví en tu artículo.
Me encanta tu forma de contar las cosas del toro. No puedo mas que felicitarte y en la medida de lo posible te ofrezco mi humilde ayuda.
Se que es un gran esfuerzo llevar un blog para adelante, pero tu tesón, tu afición y tu conocimiento de los terrenos te ayudaran a ello. Enhorabuena y al toro...
Manuel Carrero Romero